BOLETÍN # 76

Una de  las  más arcaicas  creencias, producto  de antiguas y  poderosas influencias  religiosas, era  la relacionada con el concepto de que  la tierra  era  el  centro del universo.

Incluso desde mucho antes de los tiempos  de Platón y Aristóteles (año 450 a.C.  aprox.) se pensaba,  que el sol,  las estrellas y todo el universo giraban alrededor de la tierra. Por esta razón es que a mediados del siglo II aparece formalmente la teoría de geocéntrica de Claudio Ptolomeo, que muy pocos  eran capaces de contradecir.

Desde luego que este pensamiento tan desacertado, adquirió más  fuerza aún con  la aparición de la  teoría geocéntrica y dio origen a la idea de que la tierra era el lugar  más importante del universo y que el hombre era la única y exclusiva  creación de  máxima perfección que había hecho Dios a su imagen y semejanza, en todo el universo.  

El resultado de esta corriente de pensamiento, fue lo que dio nacimiento a diversas ideas que se convirtieron en enseñanzas que eran muy difíciles de refutar, por ejemplo:

1-A los cristianos les resulta muy fácil aceptar la idea de que Dios creó primero la tierra, en el segundo día crea  la luz y en el tercer día crea el firmamento y la estrellas, etc. Observemos que en el orden importancia de la creación según el libro Génesis, del antiguo testamento,  la tierra aparece en primer orden o sea que fue creada primero que todo el universo.

Es muy desafortunado, que errores como estos se le atribuyan a Dios, ya que se dice que toda   la Biblia, tanto las ideas sabias que presenta,  como las fallas e historias descabelladas, todas  son de inspiración divina o la palabra de Dios.  

2-Dios envía a su hijo unigénito (hijo único) al planeta tierra, por medio de una concepción milagrosa, en una misión especial para salvar al hombre (raza humana).

Nos preguntamos si Dios también ha enviado a su hijo unigénito (HIJO ÚNICO)  a otros de los miles de millones de planetas habitados, que existen en todo  e universo, en alguna misión parecida o somos nosotros los únicos privilegiados, por ser la especie humana de la tierra, la de máxima perfección  creada a imagen y semejanza de Dios.

Definitivamente todo parece indicar, que las antiguas ideas sobre el concepto geocéntrico, fueron la causa   que nos diéramos más importancia de la que realmente tenemos, desde luego con relación al resto del universo.

Cuanto tiempo tendrá que pasar para que seamos conscientes  de que realmente nuestro planeta es  casi una partícula insignifcante, si nos comparamos con el tamaño del inmenso universo, que no somos los únicos seres inteligentes dentro del cosmos infinito y que Dios por lo general no interviene directamente en nuestras vidas debido a que un fragmento de ÉL se encuentra dentro de cada individuo. Por eso al Eterno o Dios también se le conoce como  El INANIFESTADO,

Cuando ese fragmento divino que se encuentra dentro de cada ser humano se activa, entonces se dice que dicha persona despierta y es así como el Dios INMANIFESTADO,  empieza poco a poco y tímidamente a manifestarse.

Todos somos hijos de Dios, porque el fragmento divinal, que es el principio activo dador y sustentador de  toda forma de  vida, es el espíritu de cada individuo. Por eso Jesús decía que la única manera de  llegar o comunicarse con el Padre (Dios) era  a través del hijo o sea el espíritu  activo de cada persona.   
 

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