BOLETÍN Nº 5

LA HUMILDAD

La humildad es una virtud extraordinaria. Se pueden  conseguir muchos beneficios siendo humilde. Todos quisiéramos ser humildes,  pero que difícil es serlo.  

Esta virtud  le proporciona a quien  la posee cierta ventaja sobre los demás. La verdadera humildad genera e irradia atracción, armonía, confianza  y seguridad, y se convierte en un tipo de energía que indirecta y misteriosamente impresiona favorablemente a los demás.  

Pueden existir muchas maneras de definir la humildad, sin embargo, esta empieza a perfeccionarse en forma efectiva, cuando comenzamos a admirar en cada uno de nuestros semejantes sus valores;  talentos; capacidad de supervivencia, de resistir el dolor, de   soñar,   gracia, belleza, deseo  de  superación, de ser libres e independientes,  alegría, ingenio para divertirse o disfrutar de la vida e incluso su fuerza en el momento de combatir….

La verdadera humildad empieza cuando se es capaz de sentir gran admiración por  cada uno de nuestros semejantes, incluso por los animales. Cuando despertamos y reconocemos que el principio activo que nos da vida es el mismo en todos los seres humanos.

¿Cómo nos  percatamos que empezamos a ser humildes?

- Cuando nos  sentimos opacados ante la grandeza que vemos en cada persona. No importa en que nivel se encuentre en la escala social, cultural o evolutiva; si agudizamos nuestros sentidos en cada persona se  podría ver algo diferente y aprender algo  nuevo.

- Cuando   dejamos de sentirnos superiores a otros y dejamos de luchar para  demostrar que somos  mejores que los demás.
- Al reconocer la poca importancia de aquello que creíamos importante.  Cuando nos  damos cuenta que en realidad somos menos importantes  de lo que pensábamos.
- Cuando aceptamos que somos unos ignorantes ante la infinita  inmensidad del conocimiento existente.

- Cuando se comprende la importancia de servir a los demás, en vez de ser servidos

Por otra parte, la humildad no tiene que hacernos sentir como tontos,  débiles de carácter e incapaces de poder defendernos.

Ser humildes no significa necesariamente que tenemos que aceptar la humillación, el abuso, el maltrato y  las  ofensas con resignación. No obstante, a medida que se desarrolla este atributo se es  menos  vulnerable a la humillación y a las ofensas de cualquier tipo.

Realmente es muy difícil llegar a desarrollar este atributo de manera efectiva sin haber DESPERTADO, sin haber empezado a utilizar nuestra MENTE ANALÍTICA y sin haber llegado a comprender los que es el AMOR IMPERSONAL.

 

 


(18) Ver el glosario de términos en la página 29, término # 6

 

Tomado del libro los despiertos menú # 10 capitulo VI.

                                                                                                                                                                                       

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