menú principal

Boletín # 42.

DIFERENCIA ENTRE EL AMOR PERSONAL Y EL AMOR  IMPERSONAL

 

 

Cuando los grandes sabios y avatares se refieren al   Amor de Dios, al Amor hacia Dios y al amor a nuestros semejantes, están hablando de un amor espiritual e IMPERSONAL.

No se trata del amor   individual o personal, que surge entre las parejas y que por lo general es muy posesivo, emocional, mezquino y temporal.

Ni siquiera este concepto está relacionado con el amor maternal, paternal, filial o fraternal, que son verdaderamente extraordinarios, pero que también tienen sus limitaciones.

Esta enseñanza está relacionada con un sentimiento de tipo impersonal, que surge cuando se comprende la relación de unidad o vínculo que existe entre los espíritus de todos los seres vivos, ya que todos están hermanados, pues provienen de la misma fuente o están compuestos de la misma sustancia.

El amor impersonal es un sentimiento, que solo lo puede expresar el espíritu, el verdadero Yo de cada persona, el Ser Interno activo o despierto, por lo tanto, solo se puede comprender por medio de consciencia DESPIERTA.
 
El amor de tipo espiritual es un tipo de manifestación que   lo permite todo, pero el grado de expresión de ese amor está relacionado con el nivel de despertar del espíritu y sobre todo con el el plano vibracional donde se encuentre el espíritu. La manifestación de amor de un espíritu que se encuentra en el plano de vibración # 5 , no es el mismo que el que se encuentra el plano 4 o 3..

Es un fragmento de Dios mismo armonizando la vida, para dar calor y mantener un vínculo permanente entre Él y toda la creación o entre Él y todas las vidas existentes, para garantizar la relación o el nexo permanente e invisible, que debe haber entre todos los espíritus individualizados, que se encuentran en los diversos rincones del universo.

Siempre se ha dicho que las comparaciones no solo son odiosas, sino también muy imperfectas.

Por lo tanto, si intentáramos comparar el amor impersonal con algún tipo de sentimiento conocido o similar, indiscutiblemente lo tendríamos comparar con el amor materno, pero multiplicado al infinito. 

El amor materno puro y verdadero es incondicional, no es posesivo, no exige, no satura, no se impone, no obliga, no controla, es una adoración permanente y continua. Es un sentimiento totalmente ciego, es una entrega total a cambio de nada.

Así como existe una conexión especial, un sentimiento vinculante y de lealtad entre los hermanos que engendró una misma madre, de igual manera existe un vínculo espiritual de tipo impersonal entre todos los espíritus que se han separado temporalmente de la fuente original (Dios) para participar en el universo donde se va a manifestar y cumplir con ciertas funciones que se le ha asignado en un el plan general divino.

Como podremos amar a Dios si no reconocemos con absoluta certeza que una parte de Él está dentro de nosotros y que se encuentra también dentro de cada de uno de nuestros semejantes y dentro de cada ser vivo.

La fuerza, la energía del amor espiritual e impersonal, es la que nos impulsa a servir, a ser útiles, a comprender el concepto de unidad entre todo lo que existe, a desarrollar el atributo de la humildad y los sentimientos de empatía, solidaridad, altruismo y participación.

 

 

Enlace: Como activar la mente analítica, Haga un clic.  AQUI


NOTA:
Si le gustó este tema o investigación y contribuya recomendadolo entre sus conocidos y amistdes